Dedicado a la tía Bárbara, a su claustro. In memoriam.
Morir no duele mucho.
Nos duele más la vida.
Emily Dickinson
Bárbara
Le he hablado de ti a Amecania.
Creo que sólo ella podrá entenderme,
Instruir mi falta de apetito, quizás salvaguardar mi ánimo.
Me entretengo con las figuras del sol, caen sobre mi espalda
aunque sólo las vea de frente.
La imposibilidad de las formas se cierne a cuchillo sobre mi carne,
es una amenaza a lo vulnerable, lo impúdico: llama de mi mente viva.
Me subes la comida en hora exacta; que no me falte el agua, el pan,
la humanidad sin carga. Eres un consuelo en la constancia.
Delirio hacia la posteridad que, de no existir, me dejaría piel
artesonada en un techo. Impedido el nombre: Bárbara.
Vivir en esta jaula no tiene nombre, ni rango, ni sentido.
No ha nacido animal
que lo quiera ni palabra servil para expresar lo que yo soy.
La fragilidad es el alma no resuelta. Yo la poseo y no sé qué hacer con ella.
La ato a mi cuello cada día y me deslizo en su curva para probar
mi capacidad de aguante. El límite de Dios.
A nadie más le he hablado de ti. Nadie lo entendería.
Poema perteneciente a la serie: First time in the future (2024). Dialoga con la ilustración de Ferran Lega Lladós.