ÁNGEL VIÑAS
Para poder entender el desenlace de la guerra civil española es necesario que comprendamos lo sucedido en los momentos iniciales del golpe de estado, en julio de 1936, cuando la República no puede abortarlo ni derrotarlo con sus propios medios y llama en su ayuda a los gobiernos democráticos de Europa, que se la niegan. Sólo la Unión Soviética responderá tardea la angustia republicana. ¿Por qué Francia, Gran Bretaña y las demás democracias negaron auxilio a un gobierno elegido por el pueblo? ¿Por qué la República sólo pudo contar con la ayuda de la Unión Soviética y, simbólicamente, de México? ¿Qué quería conseguir Stalin? ¿Acudía en solidaridad con el pueblo español o perseguía implantar en España un régimen comunista? Son éstas preguntas cruciales que se han formulado mil veces y que han obtenido respuestas parciales o insuficientes. Ahora, tras una ardua investigación en ocho países distintos, tras consultar más de veinte archivos, incluidos los rusos, tras el riguroso cotejo de los documentos