ZOÉ VALDÉS
«Desde muy joven Fidel Castro descubrió que poseía un don, el don de manipular y de embaucar a la gente que lo rodeaba. Nunca nadie ha sabido manejar en la historia de Cuba un don individual con tanta maestría, nunca antes ninguna personalidad política había conseguido seducir hasta hipnotizar, a amigos y enemigos.»