GINO SEGRÈ
Copenhague, 1932. Siete físicos, seis hombres y una mujer, asisten a un encuentro anual en el Instituto de Física Teórica. Ese año se conmemora el centenario de la muerte de Goethe y el grupo -que cada año pone en escena un pequeño sketch- decide representar Fausto en clave de parodia. Esta obra, auténtico nexo del libro, sirve para satirizar los conflictos internos de la física contemporánea: la lucha entre el bien y el mal, el posible uso destructivo de los avances científicos y el compromiso de la física en un contexto político europeo que preludiaba el peor de los escenarios. En menos de un año, el ascenso de Hitler al poder cambiaría para siempre la vida de estos científicos. Porque mientras los físicos discutían apasionadamente de los nuevos avances científicos - de teoría cuántica y del neutrón - en lo que se ha llamado el año milagroso de la ciencia, Europa se aproximaba inexorablemente hacia el totalitarismo y la guerra. Los físicos se verán obligados a ser cómplices de la maquinaria