ALBERT CAMUS
Con el cincuenta aniversario del final de la segunda guerra mundial y en un tiempo en que los hechos nos obligan a volver a una reflexión sobre la memoria y el perdón, la violencia y el diálogo, los nacionalismos y la tolerancia, los fundamentalismos religiosos o raciales y la mutua comprensión a fin de cuentas, como decía Malraux, sobre el Mal absoluto y la fraternidad, estas cuatro cartas que Albert Camus escribió entre julio de 1943 y julio de 1944, días después de la liberación de París, se nos aparecen hoy más iluminadoras que nunca. Las dos primeras cartas se publicaron respectivamente en la Revue Libre y en Cahiers de Libération, y las otras dos, escritas para la Revue Libre, permanecieron inéditas hasta su publicación en forma de libro, en una tirada muy reducida, después de la liberación. La tercera volvió a aparecer, a principios de 1945, en el semanario Libertés. Por razones que Camus expone en un breve