No soy de escuchar podcast. Bueno, sí. Los de «Reina del grito» de Desirée de Fez, sí. Y los de cine en los viajes en coche, también. Es lo que tiene vivir con un cinéfilo. Pero... últimamente me he viciado a escuchar el de Pol Guasch. ¿He dicho yo que no escuchaba podcast?
Será que es el fin del mundo. Un poquito, sí. Han empezado las vacaciones. Una debe reaprender a vivir de nuevo en un estado distinto. Colgar la tensión en el armario, desmontar horarios y alarmas, aplicarse en desatender al resto para cuidarse a una misma. Eso debe ser una pizca también de fin del mundo.
Llegué a «Paradís», conducido por Pol Guasch en radio Anagrama, porque supe que uno de los episodios era con Leila Guerriero. Un episodio titulado «El fin del mundo». Dialogan la última novela de Guasch, «A les mans el paradís crema», y «Los suicidas del fin del mundo», de Guerriero. Uno de mis pendientes de la escritora argentina. Ahí estaba esperando en la línea de salida y creo que ha sonado la llamada.
En este libro del 2005, Guerriero se documentó durante dos años de los sucesos acontecidos en Las Eras, un pueblo de la Patagonia argentina, donde en un año y medio se suicidaron 12 jóvenes. Una historia extrapolable a cualquier otro lugar no tan remoto y a cualquier situación menos salvaje. Para eso nos sirven los libros, igual que la escritura, para salirnos de nosotros, para comprobar de qué necesitamos escribir, sobre qué podemos sentir esa nostalgia punzante, para saber cómo podemos explicar la pérdida. En muchas ocasiones una pérdida por algo que no hemos vivido. ¿Podemos sentir esa sensación, vivir un duelo por momentos que no han existido, por necesidades que nunca han sido cubiertas?
Últimamente me dedico a recomendar libros que no he leído, también los añado en la lista del club de lectura (Saudades, qué valientes sois). Me parece otra manera distinta de prescripción lectora, la de las lecturas pendientes de una. Así creí que mi no-reseña debía ir por aquí, por este libro de Guerriero en Tusquets. No todo van a ser novedades, oigan.
Un libro sobre la desesperanza (estoy segura que con toda la luminosidad posible). Dice Leila que todos tenemos pequeños derrumbes, sin que pase nada específico en esta vida en vigilia que vivimos, porque nos sobreviene un ánimo brumoso y es entonces cuando la escritura es una salvación. Porque mientras escribimos sobre el dolor de los demás el nuestro queda aparcado. Aunque nos reflejemos ahí en lo que leemos, podemos dejar para más tarde este real fin del mundo propio. Eso será el verano también.
GUERRIERO, Leila (2005). «Los suicidas del fin del mundo»: Tusquets.
GUASCH, Pol (2024). «A les mans el paradís crema»: Anagrama.
«Paradís». Podcast Radio Anagrama en Spotify. El fin del mundo con Leila Guerriero.