ANTONIO GALA
Asunción Moreno no fue nunca una mujer sencilla de entender. Y menos aún cuando se convirtió en Deyanira Alarcón, una escritora que triunfó con sus novelas. Hasta que una de ellas no gustó, y Deyanira decidió irse a Venecia a poner un punto y aparte en su vida. Éstos son sus cuadernos, los papeles que escribió allí para entenderse a medida que pasaban los días y con ellos la desidia. Este diario refleja a una mujer que trata de sobrevivir escribiendo, después de haber renunciado a ese «tipo de literatura que sólo sirve como literatura». Una mujer que pudo olvidarse de sí misma cuando al fin descubrió la vida que nunca había vivido. Este libro es una confesión desprovista de pudor. Nunca hubiera visto la luz si Deyanira Alarcón no hubiera encontrado su destino precisamente cuando huía de él.