JOSÉ MARÍA MENDILUCE
La sonrisa de Ariadna nos cautiva con la magia de unos escenarios llenos de seducción y dramatismo, en los que la realidad hecha ficción se mezcla con la imaginación pura para crear un territorio de luchas y de amor en el que la Madre Tierra y la defensa de la vida juegan papeles centrales. Es un canto a la naturaleza salvaje y un homenaje a los que en ella viven y por ella luchan. Y a veces mueren. El lector se siente partícipe de un mundo lleno de emociones y de sensualidad.